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Buenas prácticas en materia ambiental

Segregue los residuos generados según su naturaleza. Deposite los residuos, según su naturaleza, en sus contenedores específicos:

Papel y cartón: contenedor municipal de papel y cartón (contenedor azul).

Residuos orgánicos (restos de comida): contenedor municipal de orgánicos (contenedor verde).

Residuos inorgánicos (restos de envoltorios, plástico y embalajes plásticos, latas, etc.): contenedor de inorgánicos (contenedor de tapa amarilla-naranja).

Vidrio (botellas de vidrio, envases de vidrio, etc.): contenedor municipal de vidrio (iglú verde).

No mezclar residuos no peligrosos con los peligrosos ni éstos entre sí, ya que al hacerlo se podría potenciar o aumentar su peligrosidad.

Utilice la cantidad de agua necesaria sin despilfarrar. Cierre el paso de agua inmediatamente después de su uso.

Compruebe periódicamente el estado de las mangueras, tuberías, cisternas, grifos, etc. a fin de descubrir posibles fugas, sustitúyelas o proceda a su reparación en caso de detección de pérdidas o goteos.

Utilice lámparas y equipos de bajo consumo. Limpie los sistemas de iluminación para que la suciedad no impida un rendimiento óptimo.

Utilice los equipos sólo el tiempo necesario: apague los equipos durante largos períodos de inactividad de los mismos.

Respete los horarios cuando tenga que realizar operaciones que generen ruidos.

Mantenga los equipos y vehículos en perfecto estado de conservación y mantenimiento, con el fin de reducir ruidos y emisiones a la atmósfera.

Atender al criterio ambiental en el aprovisionamiento de materiales y productos: elija aquellos productos que sean menos agresivos con el medio ambiente, por ejemplo, detergentes sin fosfatos.

Cuando maneje productos peligrosos, pide su ficha de datos de seguridad o bien lea con detenimiento las instrucciones que aparecen en el envase. Fíjese en los pictogramas de peligrosidad y atienda a sus riesgos, en su caso, tomando las debidas precauciones para asegurar su seguridad.

Cumpla los requisitos de almacenamiento de cada material, observando las recomendaciones específicas realizadas por el fabricante y considerando posibles incompatibilidades según naturaleza.

Siga las especificaciones técnicas de dosificación de productos recomendadas.

En caso de derrame accidental de un producto peligroso: intente confinar la zona del derrame a fin de que la superficie afectada sea la menor posible. Absorbe el producto derramado y deposítalo en un recipiente o bolsa con cierre, asegurándose que no presenta pérdidas de contenido. Llévelo a un punto limpio. No tire el residuo en el contenedor municipal de residuos orgánicos, ya que el material recogido es un residuo peligroso y debería tratarse como tal.

Cuando tenga que realizar trasvase de productos, hazlo sobre superficies acondicionadas a tal efecto. Antes de realizar trasvases, lea con detenimiento la información del producto y utiliza los medios de protección adecuados. En caso de duda, pregunte al proveedor.

No vierta productos químicos (peligrosos) o sus disoluciones al suelo ni alcantarillado.

Cuando compre un nuevo electrodoméstico, infórmese de su consumo. Elija preferentemente los de bajo consumo eléctrico.

Los electrodomésticos denominados de “Eficiencia Energética” llevan una etiqueta con las letras: “A” (máxima eficiencia) hasta “G” (mínima eficiencia) la categoría a la que pertenecen. Además, esta etiqueta nos informa de otros aspectos como es el caso del ruido, la eficacia de lavado, de centrifugado o el consumo de agua.

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